Os hemos explicado en diferentes ocasiones los diversos conflictos en los que os podéis encontrar viviendo en una comunidad de vecinos. SERINCOSOL Administración de fincas intenta tener bajo control los problemas que puedan ir surgiendo como es habitual en cualquier comunidad. Por suerte nos encanta nuestro trabajo y hacemos todo lo posible para facilitaros las cosas y que contéis con nosotros para cualquier duda ante problemas tan comunes como los que os revelamos en este resumen definitivo:
1. Vecinos morosos
Los pagos son complicados de cumplir a rajatabla, y para ello existen en muchas ocasiones las facilidades de hacerlo en plazos. Pero hay quien no quiere, o no puede, eso también debemos tenerlo en cuenta. Avisemos amistosamente y en privado a la persona, y si aún así no conseguimos los resultados deseados, seguir los consejos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y hacerlo oficialmente mediante una notificación por escrito.
Mientras tanto será el resto de la comunidad la que deba afrontar esos pagos, por lo que estos procedimientos han de ser lo más rápidos posibles si queremos evitar conflictos vecinales.
2. Ruidos y fiestas molestas
Ya os lo hemos dicho en diferentes ocasiones:
Paso 1: analizar si es algo continuado o excepcional. Si es excepcional recordad que estáis en comunidad y debemos ser flexibles y comprensivos.
Paso 2: Tus vecinos son ruidosos día y noche. No te tomes la justicia por tu mano, serás el primer damnificado. Consulta al presidente, que éste lo haga con el resto de vecinos, y si no ceden y siguen molestando con su actitud, estaréis en vuestro derecho de entablar una acción de cesación contra ellos.
3. Las obras de la comunidad
Un edificio requiere un mantenimiento continuo y con este, en ocasiones, obras de las zonas comunes. Estas obras pueden tener un origen en la comunidad de vecinos, cuando ésta decide que es necesario arreglar o mejorar algo, o también pueden estar ordenadas por la Administración municipal, donde no habrá manera de negarse.
En ambos casos, si eres propietario y como tal disfrutas de esas zonas comunes, tu obligación es colaborar en el pago de la actividad que se vaya a realizar. El único caso en el que puedes “librarte” de pagar es cuando una obra se ha decidido en una junta y has estado ausente o votaste en contra, aunque habría que indagar profundamente en los estatutos de la comunidad para ver si en vuestro caso concreto se hace de esa manera.
4. Las derramas y el paro
Esta situación aún no está prevista legalmente, por lo que en caso de que la persona en paro se negase a pagar la derrama, los vecinos tendrían la opción de utilizar la vía judicial, como si fuera un moroso.
La persona desempleada también puede defenderse intentando conseguir una reducción de la cuota o alargar el periodo del abono de lo adeudado. Será la junta de vecinos la que decida si se le concede o no y, de nuevo, para evitar peleas, intentad ser empáticos, facilitar las cosas a vuestros vecinos y lograr así una armonía en la comunidad.
5. Alquileres de elementos comunes
Quizás nunca os lo habíais planteado, pero existen maneras de conseguir un ingreso extra para crear un fondo de gastos comunes para la comunidad. Las soluciones más comunes son alquilar la casa del portero o la azotea para colocar publicidad o antenas de compañías telefónicas. Esto, por supuesto, se decide en la junta, y si tres quintas partes de las cuotas de participación lo aprueban, presidente y administrador tendrán derecho a dar el OK para llevar a cabo esta actividad.
Puede que esto no guste a todos ya que, por ejemplo, las antenas son motivo de conflicto en muchas barriadas y comunidades, pero la ley es la ley y los estatutos están para ser lo más justos posibles con todos.
6. Obras de accesibilidad
Puede darse la situación de que haya un vecino con movilidad reducida o discapacidad que necesita emprender obras para su accesibilidad en el edificio. La duda es… ¿puedes esquivar ese gasto? Ya te adelantamos que no. Se trata de un derecho recogido en el artículo 1 de la LPH. Ni siquiera ha de pasar por votación en la junta. Lo que es necesario, es prioritario.
7. Los ascensores
Nos facilitan la vida como los que más, pero cuando dan problemas…y no hablamos solo de averías, que suponen una derrama y todo el mundo ha de participar. También existe el conflicto de la instalación. Sabemos que de nuevo os planteáis la duda: ¿tengo que pagar también, aunque no quiera? En este caso existe la opción en el que los propietarios de los bajos o negocios comerciales puedan oponerse mediante un escrito y éste será estudiado por la junta de propietarios y llevado a tribunales, que serán quienes decidan finalmente.
8. Una plaza de garaje con más vehículos
Si, sabemos que este tema os suena. Esperamos que hayáis aprendido ya la lección y sepáis qué se puede y qué no se puede hacer.
9. El administrador de fincas ¿quién es este señor y por qué se mete en mi comunidad?
Esperamos que tu comunidad cuente con profesionales como los del equipo de SERINCOSOL Administración de fincas. Nuestra profesión consiste en velar para que exista un orden y se cumplan las normas de tu comunidad, para que os despreocupéis en el aspecto legal y para, si hace falta, frentar una pelea. Confiad vuestra comunidad en un administrador de fincas y os aseguramos que todo será mucho más fácil.
10. La presidencia
Es cierto que ser presidente de una comunidad requiere ciertos esfuerzos extras y más responsabilidad, pero si habéis atendido al punto 9, si cuenta con el apoyo de un administrador de fincas todo irá sobre ruedas.
El presidente puede elegirse mediante votación o por turnos rotativos, que suele ser lo más habitual porque nadie quiere cargar con ello. Lo más normal es que en algún momento te toque serlo. Aunque existen casos extraordinarios en los que se puede renunciar, como en caso de enfermedad, imposibilidad, vivir en otra localidad, etc… Al fin y al cabo cada uno tiene sus circunstancias, y creemos que lo mejor es hablarlo entre todos y tomar la mejor decisión.
También recuerda, si accedes a ser presidente, eres el representante legal, pero no te conviertes en LA LEY. Respeta a todos y a sus opiniones e intenta que todo marche tal y como deba, pero no impongas tus decisiones ni muestres superioridad porque el mal ambiente puede convertirse en otro problema habitual como los que os hemos contado hoy.